Estamos eligiendo consumir necesidades superficiales. Esto hace que estemos constantemente empezando, y es muy frustrante

Qué sucedió con nuestros vínculos? No los vemos…No los disfrutamos… Donde estan “escondidos” los maridos, las esposas, los hijos, los amigos? etc,etc
Qué sucedió con los tan preciados y anhelados vínculos sociales que “degradados”, dejaron su lugar de rango imprescindible en manos de lo laboral; en pos de producir mas, de ganar mas, de vender mas, de tener más, de mostrar mas, de “ser mejores” por todo lo que podemos comprar, de ser “exitosos” por los lugares a los que podemos viajar, por el coche que podemos manejar, y hasta vanagloriarnos por el perro que hemos podido comprar… cambiamos nuestra morada… ahora vivimos en nuestro lugar de trabajo. Entonces…nuestro jefe es como un padre, nuestros compañeros son como hermanos, la persona de administración que nos da el cheque a fin de mes es como una tía, y el de la vigilancia de la puerta es como un primo. Qué nos está pasando???!!!!!!
Es muy importante entender que estamos frente a un trastorno generalizado de valores…frente a un desconcierto traumático… que enfrenta aquello que nos han enseñado, en relación a la importancia de ocuparse de cuidar a la familia, los amigos y la pareja, versus cuidar el trabajo. Claro esta que para aquellos que defienden la postura a favor del trabajo, el dinero, es lo que permite satisfacer todas las necesidades básicas del ser humano; y claro está, que es cada vez mas difícil escapar de esta trampa. Porqué es una trampa? Porque cuando creemos que hemos alcanzado satisfacer nuestras necesidades, nos hacen creer que hay nuevas necesidades a satisfacer, mejores lugares por conocer, mejor ropa que usar o mejor auto para manejar; entonces, para satisfacer estas nuevas necesidades, volvemos a empezar desde el principio. Estamos creyendo que son genios los que inventan nuevas necesidades, cuando en realidad las necesidades esenciales surgen sin que nadie las promueva. Estamos eligiendo consumir necesidades superficiales. Esto hace que estemos constantemente empezando, y es muy frustrante. Empiezan a “saltar los fusibles de nuestra fusiblera interna” Surge en consecuencia, la necesidad de ganar mas dinero y para eso hay que trabajar más. El tiempo no alcanza y se le quita a los vínculos afectivos, porque supuestamente ellos van a saber entender la situación. Cuidado!!!! La comprensión suele tener fecha de vencimiento!!!
Revisemos nuestros valores, si todos lo hacemos, encontraremos un nuevo equilibrio social. Volverá a ser saludable tener tiempo; volverá a ser placentero el mate en el patio, volverá a ser estimulante el almuerzo familiar del domingo, volverá a ser reconfortante recostarte con la persona con la que elegiste transitar tu vida. Volverá a ser motivador regresar a trabajar el día lunes porque solo tomará una parte del día y te quedará tiempo para regresar a tu casa y abrazar a la gente que queres.
Lic. Alejandro Leiterfuter.